El responsable de la iglesia católica en Salta Mario Antonio Cargnello se encuentra en Roma y mantendrá una reunión con el pontífice. Secretos a voces sobre el futuro de la institución en la provincia e incluso del propio arzobispo.

Hombre siempre envuelto en polémica, contrariedades y una institución que bajo su mando creció en imagen negativa. Mario Antonio Cargnello se reunirá en los próximos días con su tocayo Bergoglio, Papa Francisco para la grey. Lleva consigo peticiones especiales que espera puedan ser escuchadas y cumplidas. Al mismo tiempo es el propio Cargnello quien deberá brindar explicaciones sobre varios temas.

Cargnello fue quien públicamente anunció su viaje a la “Santa Sede” para su encuentro con el “Santo Padre Francisco”. Y por estas horas hay incertidumbre en los pasillos del arzobispado y conjunto de religiosos en general.

Al parecer entre los pedidos que acompañan al obispo se encuentra el de lograr la autorización para la designación de un “obispo coadjutor”: ante el derecho canónico es un “Obispo que, con derecho a sucesión, ayuda al obispo diocesano en tareas de gobierno, representándolo en casos de ausencia o impedimento”. Incluso ya se baraja el nombre de quien si es autorizado ayudaría a Cargnello, pero no seria su reemplazo a futuro.

Desde la provincia de Tucumán llegan rumores de los denominados “Curas Villeros” anticipando al religioso Juan José “Pepe” Abuin como el elegido por el Papa para la sucesión de Salta. Pues al parecer no existe en la provincia quien pueda ser del agrado del pontífice y logre representarlo en su línea política y espiritual.

De concretarse este cambio, sin dudar sacudiría las estanterías del arzobispado de Salta. Donde la diferencia y mirada sobre la función y misión de la iglesia difiere enormemente entre un Cargnello y alguien que sostiene en los medios de Tucumán que la “iglesia debe estar en el barro al lado de la población vulnerable”.

Es un duro golpe de realidad para los sectores más conservadores y del Opus Dei, se quedarían sin quien responda a sus necesidades políticas dentro del Arzobispado.

El catamarqueño Cargnello llegó a la provincia de Salta en 1994 para ser obispo de Oran y en el año 1999 reemplazó al arzobispo Moisés Blanchoud. Tiene 70 años de edad y le quedarían solamente 4 años antes de jubilarse y disfrutar de sus abultados haberes que le provee el Estado.

Fuentes sostienen que se aceleró la resolución del conflicto del convento San Bernardo para allanar y limpiarle el camino de polémicas o asuntos escandalosos a quien sea el sucesor.

Para quienes recorren los pasillos de la iglesia católica, dan por sentado que Cargnello llegaría a su final como arzobispo, lo haría de manera anticipada por la dificultad de sostenerse por cuatro años más ese modelo que mantiene hace 23 años.  “Al cesar lo que es del cesar y a dios lo que es de dios” dicta el viejo dicho y en ese sentido Cargnello no fue ejemplo, dirige como si fuera un rey, de allí que surge la pregunta ¿Se terminara tal reinado? Solo se anticipa como respuesta “que todo indica que sí”.

Foto: El Tribuno