El Día Mundial del Agua se celebra anualmente el 22 de marzo como un medio de llamar la atención sobre la importancia del agua dulce y la defensa de la gestión sustentable de los recursos hídricos en el planeta.

Es así que el 22 de marzo de 1993 se designó el primer Día Mundial del Agua por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, ya que se consideró como una oportunidad para aprender más sobre temas relacionados con el elemento, y que sirva de inspiración para compartir las problemáticas relacionadas y tomar medidas para cambiar la situación (http://www.un.org/).

Cada año, el Día Mundial del Agua destaca un aspecto en particular, para este año corresponde el Agua y el Empleo: “Tres cuartos de los empleos en el mundo dependen del agua. En efecto, la carencia y los problemas de acceso al agua son factores que provocan limitaciones para el futuro crecimiento económico. Esta afirmación es constatada por la edición 2016 del Informe mundial de Naciones Unidas sobre la valorización de recursos hídricos, “El Agua y el Empleo”, que será presentado este 22 de marzo en Ginebra, en el marco de la Día Mundial del Agua” (http://www.unesco.org/).

De acuerdo al informe de Naciones Unidas, en América Latina y el caribe la mayoría de los productos de exportación regionales y el empleo relacionado con los mismos utilizan el agua de manera intensiva, ya sea porque la utilizan en el proceso de producción (en particular la agricultura de regadío y la minería, los alimentos, la pulpa y el papel y las industrias petroquímicas y textiles), o porque dependen de ella (como el turismo, el mismo que representa más del 30% del PIB de algunos países de la región), o porque utilizan el agua como componente básico de sus productos finales (por ejemplo, la industria del agua embotellada es importante en ciertos países, debido principalmente a las deficiencias en los servicios de suministro de agua, en la cobertura del suministro y especialmente por la mala calidad del servicio) (WWAP, 2016).

En Argentina, más del 70% del agua extraída de fuentes naturales es utilizada para usos agrícolas (riego y ganadería), mientras que el 15% es utilizado para la provisión de agua municipal y el 11% aproximadamente  se extrae para usos industriales (http://www.fao.org/).

El agua como recurso escaso

 

El agua es un recurso natural vital para la vida humana, escasa y renovable. Pero si bien se la considera renovable, por cuanto a través de un proceso natural, el ciclo hidrológico, pasa por sus diferentes estados volviendo siempre a su condición original, su renovación puede ser muy lenta (cientos o miles de años) por lo que puede agotarse para una escala de uso y tiempo humana (2005, Jiménez).

El agua constituye un recurso natural escaso  y su escasez no se debe únicamente a las condiciones naturales de determinadas regiones, sino que su disponibilidad está supeditada por diversos factores, entre ellos tenemos al aumento de la población mundial,  contaminación (industrial, vertidos urbanos, agricultura y ganadería),  políticas públicas ineficientes y el cambio climático.

El abastecimiento de agua potable es una necesidad básica del hombre reconocida en todo el mundo. Sin embargo más de 1000 millones de personas no tienen acceso al agua potable, mientras que 2600 millones carecen de saneamiento adecuado (OMS, 2004b).

Los problemas planteados en torno del agua y de nuestro medioambiente en su conjunto, son de una gran complejidad y han acelerado su proceso durante los últimos cien años. Los pronósticos no son muy alentadores y sin duda nuestra capacidad de supervivencia como especie será puesta a prueba en el mediano y largo plazo.

A nivel personal, en nuestra vida cotidiana, nuestras acciones afectan a nuestros semejantes y, de una forma u otra, terminarán afectándonos a nosotros y a las generaciones futuras. Una actitud responsable y solidaria, que evite su derroche y/o contaminación, de la toma de conciencia y del compromiso que seamos capaces de asumir, en todos los ámbitos en los que nos toca actuar, nace el verdadero cambio, el camino a seguir para lograr superar todas las amenazas que pudieran pesar sobre nuestro futuro.

Algunos de los consejos a seguir para cuidar el agua potable son los siguientes:

§  Cerrar las canillas durante el cepillado de dientes, en lugar de dejar correr el agua.

§  No dejar goteando las canillas.

§  Usar los baldes para lavar los autos en lugar de la manguera.

§  Hacer duchas más cortas (No más de 10 minutos, preferentemente 5 minuntos).

§  Reciclar el agua de la pileta para regar las plantas o baldear la vereda.

§  Regar las plantas justo antes del ocaso para evitar que se evapore el agua con el sol.

§  Explicarle a los chicos sobre la importancia del agua para la vida y de que se trata de un bien escaso.

§  Aprovechar muy bien cada lavado de ropa, desde luego no conviene sobrecargar el lavarropas pero tampoco es conveniente hacer un lavado por tres prendas para no desperdiciar agua.

 

 

Ing. Malvina GUERRA MUNIZAGA

Fundación NaHuAEL

www.nahuael.org